Qué gime y se embelesa


Qué gime y se embelesa
ese ducto extraído del fondo de la tierra
tus escalones frívolos
que emancipan mi fiebre
y agujerean mi perfil de olvidada
La onda de tu sombra nos azota
es un frío hielo, en la brisa de un suelo extraño
como si nunca te hubiera conocido
un símbolo irreconocible
pero aun palpable
a un ojo volátil y asueñado
son los troncos secos donde me reconozco
el mástil augurando el niño que se ríe muerto y me duele
es este suelo y tu morado orgullo
Funesta aquiescencia del olvido.

Se cumplen tus presagios
y secos caen... como pétalos.