Definiciones...

Siega estas manos que invaden la nada
ya no pueden revelarte el secreto de las tardes...
Quién sostendrá este grito terrible que te busca
como un perdido y acústico llanto.

Amor mio, es tu eco y la sombra del eco
es la barbilla cortada y tus entradas de marinero
es mi caida trémula en un recuerdo paralítico y absurdo.

Despertaron los parásitos del miedo...
y se aglutina como ejambre ciego buscando miel.
El lote fue separado para cualquiera de las muertes: la tuya o la mia,
hagamos el negocio de transferencia, a ti la vida aun no termina de sonreirte
y se posa como una gota azul en los ojos...

Mi castillo esta vacio y mis sienes trepidantes soslayan en el viento
como una cosa que se cae a un precipicio...
vengo fatigada a renovar el canto del angel virginal y recuerdo el atajo
hacia tu aliento...

Esta tan lejos de darme vida... mejor me acostumbro al ocaso.

Maria Antonia Segarra

A tierra...

Como si una nube negra se posara encima de tu cabeza,
una calle ya no es lo mismo,
el tránsito es como una ola gigantesca que te traga,
te aletean cien buitres a la vez
ensordeces
y todos los relojes marcan la hora ausente,
una canción es una pequeña muerte,
una palabra el infierno,
nunca entenderas,
y te preguntas 80mil veces lo mismo
y nadie responde
y estas flaca y desordenada,
el otoño, un abismo...

Abrazadas las manos al rostro,
el visaje de la acción tardía...


Maria Antonia Segarra
(2008)

(...)

...y yo no tengo prisa de nada,
no estoy esclavizada por nada
mi mayordomo y esclavizante soy yo
mi libertad y mi derrame ... yo
no tengo que abrir puertas
ni tengo que aliviarme de nada...

Rareza...

...y el día también se ha esfumado de un solo trago
hay una rareza en el aire, como que nada pertenece a este mundo,
que el día es otro día fuera de los días, que no es verdadero y
transforma cada hora en algo raro que pasa, que se derrumba,
pero ve el Cristo en el mismo lugar y los cantos de las novicias
están llegando a la misma hora....
Y esta rareza que me sale de los ojos al mundo
este... pasear por los pasillos acabándome los pies.
Nada me sostiene

Es rara la muerte...


María Antonia Segarra