Quién Eres... (Nacho)

Pero ya no sé amar limpiamente...


Pero ya no sé amar limpiamente,
he descolgado los árboles de sus ramas
no veo nada en los ojos de nadie, solo formas abstractas
He caído y no me he levantado
una piedra de piso
sin color ni forma,
atraída siempre por lo desconocido.

De dónde vine a ocupar este lugar de segunda mano?
Esta cal constante en la mirada?...

Huyo como quien abraza el imposible de una tierra lejana...


Huyo como quien abraza el imposible de una tierra lejana,
huyo dejándome en cada esquina como un rastro a mi regreso
con pasos inconclusos de no saber destino, una puerta, un rostro próximo
sin equipaje
y el lenguaje indescifrable de la que huye
la que va yendo como una tentativa indispensable
de un desvelo
Una sombra arrojada más allá del alma...

Dónde va el camino que se hunde a mis pies...


Dónde va el camino que se hunde a mis pies
dónde, perdida, la niña gris ha ido...
y el color de sus ojos dice que me regala no sé qué cosa
cuando me sorprende y se lleva toda la luz de golpe
Qué ha sido de la que vuela y hace honores a pájaros bajo sus brazos caídos...
Dónde me escondo de la que espera bajo el pino...
la fugacidad del tiempo
y la palidez de la tarde, vacía
me arropa con sus envoltorios de precariedad.

No temo a la muerte
vengo arrebatada de un tiempo de angustia
sostenida de la palabra: Padre...

Esta angustia de pasos perdidos...


Esta angustia de pasos perdidos
este desvelo disfrazado de escritora
vegetando en la noche ocluida siempre
 por una lluvia oscura y pájaros nocturnos...