El Mar Esta Sucio...

El mar esta sucio,
enlodado por las zurrapas de una tierra que vomita,
el polvo oscuro de las almas
contradicen sus sienes en los arcos de la noche,
ha levantado el vuelo con grandes ojos clavados en el viento
y ruedan los vestidos de las vírgenes.
Hay ríos que se rehúsan a endulzar el mar,
hay un horizonte perdido,
las gaviotas en cuclillas ven la oscuridad pasar
y la hora de los mortales…
llega el precipicio a la puerta de la vieja casa,
allí se esconden los cuerpos envueltos
en la seda suave de la pena,
la carne se pudre dentro de las emanaciones,
el grito sucumbe entre los senos perdidos,
no hay quien sostenga el abrazo cuando la muerte tiembla dentro de las venas
y desaparece
y riega con su fría estola las plantas,
viene taciturna a visitar las guaridas vacías
donde el sueño despierta en los mármoles de frío otoño,
cae sin cesar el agua sobre los cabellos,
el sudor salobre se desnutre frente a un sol moribundo,
cae en la campana vecinal
un hedor agrio que acude a los dedos dormidos,
su temblor confunde los ojos
y regresa callada
una mañana ignorante y perversa…

Olguita...

Veo...

Hay una puerta abierta de par en par,
por ella veo pasar cuerpos perdidos,
veo un pájaro tratando de entrar,
una cabeza sin lengua,
unos brazos extendidos con la carne en harapos,
veo unos ojos llenos de sangre,
la palidez en la piel del niño,
veo una polvareda azotada por el viento,
veo,
veo más,
veo la gente quebrándose detrás de los atardeceres,
sonrisas sin labios,
las voces que dicen blasfemias,
el miedo colándose en las cunetas,
veo,
el gran misterio atrapado en una jaula,
la risa desenfrenada,
las lágrimas contenidas,
el hombre parado en la esquina,
un envejeciente diciendo historias,
niñas con los panties bajados,
calles vacías,
multitudes detrás del impostor,
veo caer la lluvia,
el color negro brillante que reina,
las miradas de los enamorados,
las mujeres con moretones en el pubis,
veo la mariposa sin color,
la felicidad de los días domingo,
lo que se contradice entre una y otra letra gastada,
veo que no hay camino,
veo el final del camino!,
la garganta seca y el rio corriendo,
veo que se pudren las frutas en el árbol,
la rama que nace otra vez y se cubre en las raíces,
las rondas de enfermos protestando a la vida,
veo el gusto a morir,
los vástagos que envenenan sus sementales,
veo la tierra retirarse de su eje,
veo comida llena de gusanos en los botes de basura,
veo al que le teme al frío corriendo desnudo,
veo refugios desolados,
la misma canción repetirse,
veo la ironía debajo de mi falda corta,
veo el que dice que tiene y esta perdido,
veo,
veo más,
veo el tiempo que aplasta,
el centinela que teme,
veo los locos abrazarse frente a la fuente,
veo que estas conmigo,
veo,
veo los pies que corren detrás,
el vacío que se queda vacío,
veo el silencio gritando,
la criatura nacida sin padre,
veo que nada está perdido,
los ojos abiertos,
esperando,
veo a la muerte con la llave en la mano...



Adentro

El pájaro esta libre,
el amor también...

Aquí ya Nada Me Tiene...

Qué hago viéndome en la carne agonizar como la mala hierba,
Aquí ya nada me tiene
no hay fuerza que me sostenga,
esta mente como un tren sin frenos,
esta rapidez de caer al abismo con premura,
el miedo de la carne que se pudre.
Ya no basta con la palabra que no sale,
no basta con caminar a rastras o erguida, si al final
veo los retazos de cualquier cosa mia en el suelo.
Estoy harta de las paredes
blancas y enormes,
respirando trastornos de la mente.
el daño no es daño y la voz no es voz,
el ritmo de las palabras pierde su sentido.
Dónde esta el verdugo que dejará caer mi guillotina?
Detrás, con ojos lánguidos mira el tren desenfrenado
que va despeñándose en el camino.
El paseo constante de la cama al espejo
corroborándome la existencia,
y la esperanza de la nada en el reflejo.
La voz que no es la voz me retiene por los dedos.
Cuánto más durará la fuerza del que ama,
mi parada esta cerca...

(Maria Antonia Segarra)