¿?...

Hubo un día que dejé de verte
entre lo que no dije y el desvarío,
vi la muerte llevando un cuerpo cubierto,
tuve miedo de pronunciar tu nombre.
En la espera se atascaban el tiempo y el fuego,
crucigramas con la misma pregunta ahora
vociferan lo que ya no quiero saber,
no ha sido agua ni piedras,
no cayó el granizo en las esteras,
no hubo pasos que seguir...
solo un gato caminaba por allí
con su canto lánguido y oscuro.
Pero...porque había un pero...
subió el rubor de una confusión,
como testigo: una lengua mordida y agrietada.
Tú detrás de esos muros,
donde un recuerdo se hundía sin remedio.

(María Antonia Segarra)

...

Siempre pensé que sería así,
nunca pensé algo diferente,
no debo sorprenderme,
esta sacudida me arroja al manglar de la nada,
una acogedora sombra que tropieza y cae a los pies de quien la recoge.

Siempre lo supe,
lo cual... me hace mas frágil o menos frágil?,
la importancia del dominio de enfrentarse a la nada,
con nombre y apellido
y apodos como anzuelos debajo de los brazos,

Lo que ha sido nombrado en artillería con un blanco fijo,
fácil el tiro de gracia,
ha dejado de ser,
pero es libertad dibujada en tibios barrotes…

Una pose de viento,
lo supe,
sentía que se me quebrarían las piernas
y no podría llegar mas allá de la angustiosa vigilia
en un tiempo perdido…

(Maria Antonia Segarra)



...

Aislada
En la tierra desierta de un recuerdo,
Consolada
Por la estridente apariencia de un verbo,
Ocasionalmente
Alumbro el aroma del sauce cuando amanece
Raras veces osada,
Pretensiosa ante el camino de un retorno a no sé dónde
Cuando no puedo descifrar de dónde viene la campanada
De este ser tan raro que soy yo
Tú sabes escuchar esta música que me lleva
Cuando me detengo en medio de la nada y como perdida
Me vuelco en ti,
Agonizante en el aliento que desdibuja esta soledad…

(Maria Antonia Segarra)

Diagnóstico?

Relativamente el mundo se cohíbe con relación a lo que no es mundo y es libre, las sacudidas cada vez son más fuertes para arrancarnos de cuajo, no es cuestión de vida ni de muerte, es cuestión de alguna cosa aparte, de ese punto rojo que no puede obviarse en la pared. Hay quien no escribe cartas, pero calla una letanía de enjambres, la cuestión es oponerse a la veracidad de la mañana porque amanece y porque sí, la superficie siempre es la superficie, a todo resultado, la trivialidad siempre apesta, pero…será que todo ira a parar siempre ahí?, como un destino dirigido donde acusa recibo de todo lo que ha quedado sepultado, hay quienes dicen odiar la trivialidad y sin embargo viven de ella como algo necesario y no pueden ya rescatarse del agua sulfurada donde han sido sumergidos. Tantas explicaciones solo trae consigo un agotamiento para una reflexión en la que se descubre un terrible diagnóstico de existencia…

(Maria Antonia Segarra)

Temor...



Esta ausencia que se revienta
y la respiración de hacerte contra las paredes
tengo que comerme la mirada en esta boca llena de tus pétalos
cómo se aglutinan las mariposas en el tejado
son retazos de un gran presagio
quietas, adormecidas en esta luz ya casi muerta

Dónde buscar esta marea que me desborda y no cesa
Agazapada en puertas con cerrojos de miel
y la letanía de la risa
me devuelve la verdad quebrada en los pantanos del silencio

esta ausencia enferma
cuantas ganas de reventarme el alma!
soy huérfana saboreando nauseas de muerte
tengo, que tengo?
soy, que soy?
el cuerpo sin nombre
una ladrona sin condena
soy la Eva sin un pecado en las axilas

es la ausencia que me camina las piernas
y ya no puedo esconderme
sobrevivo a este verde crecimiento de tus ojos
pujando la presencia de mi.

Tengo miedo…

(Maria Antonia Segarra)


...


Quédate con lo que nadie supo de mí nunca
Grietas que abren encima de la herida
Desnuda sobre tus rodillas
La imagen del alba se ha quedado de piedra
Tengo hambre de muerte
Un remolino me lleva hasta el fondo
Trato de salvarla…es inútil.

(Maria Antonia Segarra)


Bueno...




ya fue suficiente...