Devarío...




La lluvia cae ahora debajo de los arboles, huele a hoja seca, comienzan a emigrar los pájaros, no hay paradero, está la mancha en los árboles de sus nidos donde se quejaron tantas veces de la felicidad del mundo
no hay gente en las calles, la soledad debajo de las ruedas y en los edificios viejos de la ciudad, hay un caminante y se detiene frente al letrero, no está perdido, no tiene un rumbo, solo los ojos y la vergüenza que transita en su pecho
se adormece en las esquinas, hay un pantano del otro lado de la calle, la oscuridad se esparce, la vieja vasija esta tirada a la orilla
hay un sabor a labios que besa en la habitación de arriba y no se ve y el beso suena como un eco en el silencio
es un lugar entre paredes asienta  un murmullo dentro.  Está el loco contando historias, mueve su cabeza porque lo escucha todo, ve pasar las hormigas, descubrirá algún lugar


la lluvia ha dejado la tierra húmeda, se esparce el olor de la hembra montada.

(2006)