...y un camino lleno de gotas
y palabras imposibles.
Qué sol tenue el de esta tarde
tiene el reflejo de unos ojos...
gran intento seductor del pensamiento,
pero es el mismo nicho lleno de palabras imposibles,
sin destino: pensamiento del muerto y su resurrección,
helada barra de la noche ciega,
se quedaron flotando en el cementerio,
llenas de aire...
obstruidas por la nada del silencio.
María Antonia Segarra