Porque ando y no ando en mi,
ni fuera de mi,
arrastrada como la serpiente que se ha quebrado sin huesos, el espinazo.
Esta noche no me pertenece,
aun no nazco,
no he sentido el asfixia de un estrecho camino
suspendido desde afuera donde me voy a conocer...será?
... aun no existe el tiempo en el que me destrozo por las avenidas de una ciudad desconocida
y encuentro a los hombres que me conocen al revés...
no he desdibujado cada una de las horas que amanecí sobre la hegemonía de mis venas hinchadas,
latiendo muerte.
Ni las violetas misteriosas.
Aun no nazco,
ni se ha desarrollado mi voz ronca de fumadora,
ni el humo que me nubla,
no he resuelto aun el suicidio de la carne,
la mirada perdida de los ojos hambrientos.
Aun no decido no amar o amar demasiado,
la desnudez como la única excusa a la transparencia.
Aun no miro tus ojos.
No me tropiezo aun con la viruta de tu sombra,
que se mueve como un aguijón audaz sobre mi cuerpo alterado.
Aun no nazco,
ni me sueño con un montón de palabras esperándome
bajo la tumba,
arrepentidas bajo el desasosiego de su maldición...
María Antonia Segarra