Posesa...

(Este día sin sol es todo mio...) Ginamaria Hidalgo



Yo debía de haber sido como ellas,

lozana las veinticuatro horas del día,

sumisa y obediente desde que amanece hasta que pudiera verterme sobre él.

En las calles no hay una porción de mí,

una sola arritmia de mi temblor fugaz.

Pensaba en el amor como la penitencia,

la rebelión a ser feliz, parida por dentro y por fuera,

con gasas, cubriéndome,

hemos sido lo perpetuo,

lo insignificante,

no hubo una memoria territorial en toda esta conquista de vacíos,

hemos existido solos y desmejorados,

cubiertos y desnudos del deseo mudo…


Caí,

caí de mi de mis manos,

caí desde los pechos erguidos y manoseados,

caí,

estoy cayendo de las rodillas y los sorbos confundidos a media luz,

toda esa maraña de cenizas que han volado y no regresan,

escuché esa voz solitaria que repetía mi nombre,

la voz de la sola,

la voz de mi,

y era yo que me repetía obstinada y distinta,

qué me detenía,

cuántas medallas de valor llevaré colgadas de mi féretro,

pudiera sonreír en medio del pantano,

quitarte como una cosa apolillada y hueca de encima del seibó,

arrumbarte en el sótano y enclaustrar contigo la nada que me diste…

estoy soñando un trueque de viento y fuego,

jamás sostuve ningún bumerán en mis manos…


María Antonia Segarra