Y Me miro al espejo,
Guiando con mis ojos la levedad de un momento
Conmigo
Contigo
He bebido agua
Y un pensamiento se desliza por dentro
Y recorre los brazos hasta las muñecas
Porque he seguido como una receta la encomienda de la paciencia latente
Ahora miro la transparencia de lo que me cubre
He estado rodeada de tu silencio
Tengo una infección que me arde
Acabo de darme cuenta que no estoy diciendo ninguna palabra
Mis labios quedaron quietos mojados por el agua que los dibuja
La sed de ofrecerme
Ofrecerte
Arrogancia de una realidad maltrecha donde no cabemos ya
Yo pido
Yo quiero
Pero el plural es silencio
El razonamiento solo convence a quien no ve la carne
No veo la carne
La mía
Que no es la de mi cuerpo
Yo quiero y pido
Ya no pido y sigo queriendo
A voces, en la seña del tránsito, cuando alguien me vende alguna rosa
O en la escalinata de los edificios viejos cuando alguien grita que han robado
Un eco suena como un vacío inerte
Yo quiero
Y no quiero imaginarme
Y no convenzo la parte singular del deseo
Y no hay voces que me arrojen al sepulturero
Sostengo la granada que estallará en mis manos vacías
Donde estés, lo sabes
¿Tú esperas?
No dejé de esperar y busco la sorpresa que abanique
Esta desolación que se encuentra postrada como un inválido en mis oídos.
Yo espero...