En la calle
vacía, la sombra de una historia…
No es
verdad que el ave se vistió de gala en la hegemonía
que desvestía
aristócrata tu veloz argumento de señor.
Le propuse
un contratiempo al destino,
una vigilia
al demonio de tu arte,
opuse a la
vereda del claustro
mil lluvias
de tu nombre estrellándose al vacío.
Nada sobrevive
al mar salobre de las lágrimas,
la serpiente
se enroscó al cuello desnudo de su amo
y sirvió de
carnada la lengua de su vestigio.
Herodes amigo
de su bondad,
Arquímedes mendigo
en su letanía.
Tengo la empuñadura
del bastón que me asesinó una madrugada de otoño
aquí la
oración del ateo se hace oídos
tal vez, la del velo quisiera mostrar su cuello de
ahorcada.
He
claudicado en tiempos de injuria y aun eres ciego,
Quién podrá
salvarte?
Quién? solo la
sombra de esta calle taciturna envuelta
y su
negrura primitiva de todo tiempo y austeridad
ve al
cadalso por el perdón
Y abruma la
cotidiana repetición en los visores de tu sueño...
(2009)