Ya no me das ganas de llorar
ni te me derrumbas como una lluvia
ya no me brillas como un relámpago
ni te me encaramas en la cabeza como un dolor
ya no te me mueres cada noche y te resucito
ni me propones matrimonio en la fantasía contigo
Ahora... ya ni sé cómo sobrevives.
Maria Antonia Segarra