Desaparecida...

En las escalinatas he dejado abierto un libro azul…

Tal vez no signifique nada, tal vez esté escrito en él la vida de alguien que no tiene importancia recordar, no se por qué es azul y no se por qué le dejé tirado en las escalinatas de ese lugar. Tal vez quiera que alguien lo recoja y lo lea y sepa qué pasó y por qué, aunque no lo entienda, aunque lo tire luego a la basura, pero tengo miedo que no termine de leerlo, porque entonces jamás sabrá lo que quiero que sepa: el prematuro final de la vida.

Es azul, porque es sereno y apacible, es azul porque yo soy azul como los beneficios del cielo, porque el color es el color favorito del que anuncia en el libro que será el salvador del orificio negro y hondo que lleva dentro.

No hay imágenes, no hay relatos cortos y largos, es un solo relato, breve relato, oscuro relato…solo un relato. Delatador de los escombros esparcidos, de las caminatas en los atardeceres grises del universo, la soledad y la felicidad vienen de la mano por diferentes rayos, pero juntas, pero largas en las mañanas como mis manos, pero eso ya lo dije antes, no aquí, no ahora, sino antes, en las quimeras de la vida por descubrir, antes cuando no solía retomarme como algo inconcluso que tuviera fin…

De qué hablo?... hablo?, hubiese sido feliz de haber podido hablar, con las palabras mias, con las que parí en los otoños y en los inviernos, con esas pálidas y amarillentas ocluidas siempre por el temporal de las estaciones, no pude nunca hablar dentro, sino fuera, con las palabras comunes y desvirtuadas con las que todos hablan y no se escuchan, pero hablan porque no pueden escucharse y tienen la necesidad de ser escuchados, por eso hablan con esas palabras y no se dan cuenta que son las mismas repetidas y repetidas hasta el cansancio, pero esto también ya lo dije antes, en ese antes que dije antes, que no es un antes de ahora ni aquí es un antes amante y tenaz, arbitrario con las posesiones desaparecidas, con los ojos divididos en dos, siempre mirando dentro y otro aturdido por la fugacidad afuera… pero, cuándo es que hablo?, si es que acaso hablo, es cuando no entiendes lo que digo, porque no menciono las palabras que tu quieres escuchar o entender que pronuncio, es cuando desaparezco de tus cinco sentidos y formo parte de la ausencia trivial de tus días… desaparecer es tan fácil a la luz del mundo….

María Antonia Segarra