No siempre se entiende, siempre he dicho que no es importante entender, no se si alguna vez me he creído esto, tal vez solo es una defensa a la ignorancia, tal vez solo una justificación a lo injustificable… ahora no importa, los días pasan y la oscuridad sigue ahí en el mismo lugar de siempre con su profundo abismo negro apuntándo-me y no tengo salida, no veo el momento venir en donde deje los ojos cerrados de una vez…aunque permanezcan abiertos, a veces solo es un respiro. La verdad… no hay verdad, nunca la habrá, de lo profundo no se habla, del imperio enterrado solo se conserva la sospecha, no hay apuestas a ningún ganador, la sonrisa aflora como un extremo de locura insostenible, terriblemente esculpiéndo-me con esas irregularidades, en los ojos y las manos, imagen muda, y el limite?, llevar un propósito donde la muerte es el mensaje final? Hoy debiera entender que no se vive para morir, sino para matarse, la razón no es válida cuando se superan los árboles y los caminos llenos de hojas, cuando se han visto los paisajes llenos de colores, menos el color de esos ojos hambrientos de verse y sin piel tocarse, todas las palabras como lúgubres agujeros anidando razones, cada una trae consigo la misma cinta anudada a la garganta, sin remedio es el tiempo avanzando sobre la lluvia que borra todo…
Maria Antonia Segarra