Carta del Suicida

Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre,
así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante.

Así toque mi cítara para engañarme,
así se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse.

Juro que ella perdura porque ella sale y entra
como una bala loca,
me sigue a donde voy y me sirve de hada.

(Gonzalo Rojas)