...

Un mundo deshecho de misterios,
olor limpio
y el tractor de basura este vestido de sangre,
dentro de los ojos una pocilga,
visión de espejo contra el espejo.
Son oscuros tus ojos,
como el mundo,
oscuro entre paredes
y estamos cercados sin poder escapar con vida de él,
de su podredumbre,
hartazgo hasta muerte

y la miel en la boca
marcada,
usurpa la mano en la carne,
y el sabor a palabra
del que habla y habla
y dice que no conoce y conoce,
y desconoce todo del instante de luz y se aproxima
ociosa del pensamiento,
detrás... las hogueras,
ladronas de aliento.

Pero qué vas a saber tú de lo que estoy hablando?,
en contra de qué,
a favor de qué,
Ignorante!

Crees que eres el único que miente y adviene la catástrofe?
Tengo el ticket,
el comprobante ficticio y cierto
de la enajenación del cerebro engañoso…

María Antonia Segarra