Relativamente el mundo se cohíbe con relación a lo que no es mundo y es libre, las sacudidas cada vez son más fuertes para arrancarnos de cuajo, no es cuestión de vida ni de muerte, es cuestión de alguna cosa aparte, de ese punto rojo que no puede obviarse en la pared. Hay quien no escribe cartas, pero calla una letanía de enjambres, la cuestión es oponerse a la veracidad de la mañana porque amanece y porque sí, la superficie siempre es la superficie, a todo resultado, la trivialidad siempre apesta, pero…será que todo ira a parar siempre ahí?, como un destino dirigido donde acusa recibo de todo lo que ha quedado sepultado, hay quienes dicen odiar la trivialidad y sin embargo viven de ella como algo necesario y no pueden ya rescatarse del agua sulfurada donde han sido sumergidos. Tantas explicaciones solo trae consigo un agotamiento para una reflexión en la que se descubre un terrible diagnóstico de existencia…
(Maria Antonia Segarra)