¿?...

Hubo un día que dejé de verte
entre lo que no dije y el desvarío,
vi la muerte llevando un cuerpo cubierto,
tuve miedo de pronunciar tu nombre.
En la espera se atascaban el tiempo y el fuego,
crucigramas con la misma pregunta ahora
vociferan lo que ya no quiero saber,
no ha sido agua ni piedras,
no cayó el granizo en las esteras,
no hubo pasos que seguir...
solo un gato caminaba por allí
con su canto lánguido y oscuro.
Pero...porque había un pero...
subió el rubor de una confusión,
como testigo: una lengua mordida y agrietada.
Tú detrás de esos muros,
donde un recuerdo se hundía sin remedio.

(María Antonia Segarra)