"Bottom"

No se puede sostener en las artes una conducta determinada de entendimiento cuando el significado en la médula es individual. Se acerca al borde del abismo y se mira sin visualizar el fondo, se va cayendo junto a las maromas de las letras, entonces no importa entender, para qué disfrazar el propio aroma…es como degustar un buen vino, tomarle la textura, el aroma, dejarlo respirar, absorber sus cualidades sin llegar a la uva. Las letras tienen su propio alcance metamorfoseándose en cada piel: ternura, melancolía, agresión, pasión. Para qué imponerse un sabor artificial si podemos tener el genuino que es el nuestro. No hay que entender, no hay que buscar en lo ajeno, hay que buscar en la medalla el brillo de quien lo posee ahora, en el instante supremo de la concepción que es el instante donde las palabras nos escogen para ser reveladas a si mismas en nosotros, las palabras nos señalan y nos hacen su presa, es cautivadora del momento en que se presta el enlace de cada línea. Entender para mutilarse?, entender para etiquetar las reacciones que no se producen en la mente que genera el primer pensamiento y que ha sido escogida para darle una nueva existencia a lo leído?…No es importante entender, es importante atemperarse cuando somos señalados a poseerlas, entender que no hay que entender, solo así nos podremos arrojar a su exquisitez.

(Maria Antonia Segarra)