Muere el Pájaro Que Ha Nacido...
Muere la flor en el jarrón
Mueren las mil y una razones de asedio al campanario
Que va lento,
Profuso,
Singular,
Resonante
Y espeso
Y sale a deambular,
Acechar las puertas cerradas de las mujeres viejas.
Muere el muelle en la noche
Despedaza en la espera de los maridos perdidos,
Las alegres valientes esconden entre sus muslos
El peso,
Mueren desnutridas,
Hambrientas,
Partidas en dos.
Nauseabunda muerte,
Benévola muerte,
Muere el hombre sin dar explicaciones,
En el silencio fúnebre de un sábado bisiesto.
La hermana ha muerto,
Se quedaron abiertos sus ojos,
La gente que entra
Y sale,
Miran deslumbrados los ojos,
La nada.
Los hijos de Job se ven en el camino.
(Maria Antonia Segarra)
Deep Confessions...
…Pero lo único que quedarán serán las palabras, entonces, por qué callarlas aunque sean derramadas del mismo salto, por qué reprimirlas si son libres. Ahora podría asaltarme la mas injusta de las dudas, podría estar compartiendo otras cosas, podría estar en otros lugares, con otras gentes, podría estar haciendo tantas cosas, pero no estoy haciendo nada, solo estoy arrojando palabras, convertida en la confidente y confesor de mi misma, irónicamente, tal vez ya debería estar muerta y sin embargo…
Llegará el momento de la nulidad, del papel en blanco, porque no podré verlo, porque la mente no generará más pensamientos y quedaré sumida en un silencio interno y apresurará el descenso del ángel, entonces no podré decirte estas cosas, como te las digo ahora, no podré ni siquiera llevar un recuerdo coherente de lo que digo ahora, pero quedará la evidencia de la vida, detrás de ese rostro inexpresivo, ese cuerpo frío y esos labios quietos habrá una historia repetida y repetida hasta el cansancio, dicha de muchas maneras y anunciada en todas partes.
No sería un futuro incierto, el camino recorrido no ha sido casualidad, la preparación de las regeneradas fuerzas no se han levantado por puras ganas, también hay un espacio que no se ve, un espacio que no se ve y se cuelga del más absurdo pretexto, visualizado, enfocado y determinado, nada ha sido casualidad, todo ha estado cocinado y desmenuzado a mi destino como he querido, tal vez nada haya sido cierto, pero que importa?, me lo hice creer así y así me lo llevo tergiversado, pero mío. He tenido tantas cosas “mías” y luego estaré tan sola dentro de mi soledad y del vacio que no se ve, de lo que no se ve, pero que yo veo y me baño con el todas las mañanas y todas las tardes si decido salir a la lluvia. Haber querido creer ha servido de armazón a todo este teatro donde soy la bella, mi belleza quedara tirada como algo que nunca debió haber sucedido, porque nunca lo supe aunque las gentes me adornaban en sus ojos, aunque las manos inmóviles fueran tersas largas, como las mañanas, inmóviles en mis ojos lánguidos, perdidos en un ruido lento y suave.
Agujero Negro...
Donde caigo
El próximo paso fuera ,
vacío profuso,
Hondo,
Regalar la muerte, difícil acto de bondad
Para cualquier ser humano.
La ventana abierta
La puerta abierta
Y no entra corriendo la tempestad
Y recoge los pedazos de carne
Dispersos.
La venda esta puesta en los ojos que ven,
La palabra esta sellada con la tela metalica
De quien no aparece.
Amo. Amo con las manos y los muslos.
He tenido lo que no esperaba,
Y ahora me lo paso por el cuerpo como lluvia,
Vive rondandome, tranquilo.
Me ronda la sien
Y la nuca.
Amo. Oliendo a cadáver,
Un “sign” gigante cruza la calle: “CERRADA”.
Sin llave, perdida.
Amo, sola con ella
Con los escombros que interrumpen el camino,
Nuestra fosa…
Escarbada con los dedos.
(Maria Antonia Segarra)
Hay Cerdos Con Alas En Las Tribunas...
trajes de moda y maletín plateado.
Gargantas de hierro y malolientes.
Habla alto quien poco o nada tiene que decir.
Y un grito de ignorancia desde el balcón,
Y la perdida razón azota a los ineptos.
Risa de sabios aleja el mal augurio del zoológico municipal.
(Maria Antonia Segarra)
Pablito...
- Cuando tus manos salen,
- y amor, hacia las mías,
- qué me traen volando?
- Por qué se detuvieron en mi boca,
- de pronto,
- por qué las reconozco
- como si entonces antes,
- las hubiera tocado,
- como si antes de ser
- hubieran recorrido
- mi frente, mi cintura?
- Su suavidad venía
- volando sobre el tiempo,
- sobre el mar, sobre el humo,
- sobre la primavera,
- y cuando tú pusiste
- tus manos en mi pecho,
- reconocí esas alas
- de paloma dorada,
- reconocí esa greda
- y ese color de trigo.
- Los años de mi vida
- yo caminé buscándolas.
- Subí las escaleras,
- crucé los arrecifes,
- me llevaron los trenes,
- las aguas me trajeron,
- y en la piel de las uvas
- me pareció tocarte.
- La madera de pronto
- me trajo tu contacto,
- la almendra me anunciaba
- tu suavidad secreta,
- hasta que se cerraron
- tus manos en mi pecho
- y allí como dos alas
- terminaron su viaje.