Lo terrible y confuso...



Lo terrible y confuso, de otro tiempo, de un tiempo que ya viene, pero que no existe, 
de un tiempo ciego que no tiene brechas de luces, que no amanece nunca, yo me abanico al calor de un recuerdo que no sirve, que viene dañado de acumulaciones donde no existo, todo viene frenéticamente abatido a otro tiempo como un calor adverso lleno de abismos oscuros que llaman los nombres de los muertos de un mundo que no es un mundo ya... todo vuelve como un escritorio lleno de papeles en desorden, como una ceremonia final de alguna cosa que ya no anda, pero que se resiste a la inexistencia como una resurrección profana, que viene de la oscuridad adornada con su belleza absurda... Todo circula en ojos cerrados, con un misterio emblemático, lo funesto colgado de una vena de desconsuelo, lo lúgubre se tiende en la entrada que me consume y a veces olvido mi nombre, que se oculta de mi en algún lugar, que juega conmigo y se ríe detrás de la puerta y me hace desconocida, ciega de mi, de mis manos y mi garganta: nido de irreverencias.  No lo notaría, alrededor solo árboles y ventanas, sin preguntas, no más explicaciones, no más justificaciones a su amor inexplicable que no me basta insultar y maldecir, irresistible como una pera madura y jugosa... ¿Qué más?... nada más: las maldiciones, el cuento del pasado, la agonía y el ofrecimiento al ritual de las palabras... nada más.