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Los imposibles también existen 
y ondean su bandera de triunfo 
sobre una tristeza estacionaria que añeja con los años 
prolijos con una sonrisa ladeada 
echa la magia fuera 
y viaja contigo el tiempo 
y regresa con los ojos vacíos... 
y el espacio a la mirada cotidiana 
que adivina el día de los transeúntes