Toda la ceniza del mundo se ha posado aquí
pero esta oscuro
si tal vez aun hubiese fumado…
Oscura y suave a los dedos,
Como una seda deshilada
aun la imagen de las piernas abiertas, fresca,
como una flor madura
Toda las palabras buscan refugio, sin conocerse,
hay un ardor en los ojos, nieve en la espalda
lo que supo a miel y ahora no tendrá sabor…
viene la lengua con un viscoso anuncio de alguna cosa,
húmeda de un recuerdo inexistente, cercana con la victoria en los labios.
Las velas alumbran los muslos
como un vértigo, corren por las ingles…
Pronto vendrá la claridad
he de empuñar mis ropas…
(nunca es tan larga la noche...)