Quedan esas lámparas apagadas
Ese desierto de aceite perfumado
Lo que puse sobre la cama y su silueta
He venido de aquellos pasos
Yo, que dije, hice y pude
Yo, muriendo como todos
Y la niña que me ve y me sonríe
cortándome el cabello y quiere jugar
Quedan las novicias, sus cantos y rosarios
pero a ciegas, tocando las paredes
ya no sé que fue del camino
de aquel incendio no quedó nada
todos los cuerpos quedaron desnudos
Y son lo que fueron siempre detrás de las cortinas
Para qué hablar de su escondite pútrido
a mi alrededor las lámparas se balancean
con el viento
y suenan como cascabeles
y están apagadas…