(...)



Aquí donde se esconden las soledades en claustros cristalinos y la conciencia se recuesta de la conformidad angustiosa.

Aquí en la jaula con barrotes de agua se arquea la mirada, penetran a través de las paredes, la mentira se deshace en verdades fragmentadas de color añil y queda la sombra vagando entre las ramas secas, el sonido de la noche se congela en los labios cuarteados, huyen las palabras a refugiarse detrás de cualquier promesa lejana.

Hay un espejo delante que no se refleja en el viento, se corre la neblina, deja al descubierto las palmas y un adiós suspendido de bocas clausuradas.

hay un hombre que se detiene a mirarme con sus manos mojadas de señas ya vistas por tantos, he detenido mis ojos y me ha cautivado, pero no le alcanza la piel, se desanda entre cuerpos invisibles, cuenta historias parecidas y sus palabras ausentes enceguecen la aurora y habla y se esconde su silencio como la muerte y resucita entre los que no pueden y logra y no puede y arroja la soledad en que vive…queda atrapado entre mis manos, va marchito entre mis ojos, aquí donde la promesa se derrite como vela encendida y apaga lentamente besando la brisa que le roza.

Se deshace aquí, donde las nubes van perdiendo su color, escucho la melodía, siento la caricia y me deja con esta melancolía debajo de los párpados…