...


Y recordaremos todo,
las manijas de un reloj partido a la mitad,
habrá algo que nos dirá quizás
que debamos mirarnos otra vez,
aunque la luz haya partido,
las manos reconocerán el lugar donde no estuvimos,
las habitaciones revueltas y vacías por el tiempo,
los libros, con los marcadores,
nos contarán la historia.
si fueras miel,
te lamería entre mis dedos.
tu aliento espanta mi muerte
Que haríamos de la prox cuadra?
De las caras en los cotidianos días,
Qué nos daría la necedad de no aceptarnos en el medio de este mar,
inmenso en la oscuridad,
frágil como lágrima.
Vamos a buscarnos en nuestro espejo,
la simpleza de lo que somos…
no rompimos la soledad,
ni el silencio se nos vino abajo.
El desierto floreció esta noche,
aunque se nos desnuden los ojos
frente a esta hegemonía…