No dejes que muera

Sácame estas lágrimas...que me pudro
Sácame la maldad que revierte como un aborto
Exorcízame como algo que ya no sirve
Envuélveme en el letargo de ese olvido como la peste
Oblitera el silencio hediondo que me inunda
Que no quede a la deriva la carne
Quítame los ojos que se han llenado de polvo
Y dame la brisa que sacude el alma
No me dejes nada en el cuerpo que lo empañe
Lávame los huecos oscuros donde te aposentas
Y rocíame de tu blanca vida