Te he retenido ya mucho tiempo
en contra de los bastiones y pedregales
orillándome como un crepúsculo tardío…
demasiado tiempo retenida en tus callos de obrero de
emociones
a ese rastro en la piel que late aun después de la oscuridad
pletórica de razones
pánfila de tus ojos
cruzada en embarazos de luz
apostada a la muerte en cada humedad…
mucho tiempo bajo la hendidura
estoy cansada, como de algo desprendido
de un olor a recuerdo y heliotropo
y de alguna cosa dicha bajo el vino
obvia de imprecaciones
las sombras que nos visitan de madrugada
y desoladas ahora gimen como gatas
bajo los techos rotos…
Hoy abrí mi puerta maltrecha
mi grieta ya no supura ausencia
acaso mi abismo va cerrando...