Cayó la mirada definitiva con la que me persignaría en las mañanas
Voló un pájaro por las palabras, absorto como el principio
Como si nada hubiera ocurrido después de enero o después de la última en despedida
Y aun se confunden mis manos tempranas y ya viejas
Y el titubeo frente al espejo, ese gran abismo de ausencia…
No quiero ahuyentarme con las mariposas
podría robar la atención de su silencio…
Pero es solo el recuerdo y trepidante despertar de las mañanas…